fragmentos de una de las películas que le relató Molina a Valentín:
«... todos dicen que la ausencia es causa de olvido, ... y yo te aseguro que no es la verdad, ...desde aquel último instante que pasé contigo, mi vida parece... llena de crueldad», y ahí la orquesta invisible empieza a todo volumen y larga ella toda su voz, «... tú, te llevaste en tus labios, aquel beso sagrado... que yo había guardado ¿para ti?, sí, para ti... Tú, te llevaste en tus ojos, todo el mundo de antojos, que hallaste en los míos, para ti...», y ahí viene un intermedio de la orquesta, y ella hace un pequeño paseo y en medio de la pista vuelve a atacar, a toda voz, «... ¡Cómo pudiste dejarme, queriéndonos tanto! ... cuando habías encontrado en mi pecho guardado tanto... tanto frenesí... Tú, aunque estemos muy lejos, llorarás como un niño, buscando un cariño como el que te di...»
«... luna que te quiebras... sobre la tiniebla... de mi soledad, ... ¿adónde? ¿adónde vas?... dime si esta noche tú te vas de ronda... como ella se fue, ... ¿con quién? ¿con quién está? ... Dile que la quiero, dile que me muero... de tanto esperar, ... que vuelva, que vuelva ya... que las rondas... no son buenas, que hacen daño... que dan penas, ... y se acaba por llorar...».
«:.. Si tengo tristeza... me acuerdo de ti. ... Si tengo alegría, me acuerdo de ti. Si miro otros ojos, si beso otra boca, si aspiro un perfume:.. me acuerdo de ti...», y desde el espigón miran hacia el horizonte, porque se acerca un velero, «... Te llevo muy dentro, muy dentro de mí... Te llevo en el alma, me acuerdo de ti...», y el velero atraca ahí en el muelle chiquito de los pescadores, y el capitán les hace señas de que suban ya porque zarpan enseguida, aprovechando el viento favorable, que los llevará muy lejos, en un mar sereno, y las palabras siguen, «... nunca pensé... que me crearas... tanta, tanta obsesión... nunca creí, que me robaras el corazón... Por eso mi vida... me acuerdo de ti, ... de cerca y de lejos, me acuerdo de ti... De noche y de día, como melodía, te llevo en el alma... me acuerdo de ti...».
«... estás en mí... estoy en ti... por qué llorar... por qué sufrir... Callar mi dicha quisiera, que el mundo no lo supiera... mas grita dentro de mí, esta ansiedad de vivir...», y un viejo pescador le pregunta por él, y ella le dice que se ha ido, pero que no importa, porque siempre va a estar con ellos, aunque no sea más que en el recuerdo de una canción, y ella sigue caminando sola, con la mirada en el sol que ya se está ocultando, y se oye «... estoy feliz, también lo estás... me quieres tú... te quiero más... Estoy tan enamorada, que ya olvidé lo pasado... y hoy me siento feliz, ...porque te he visto... llorar... por mí ...».