17 diciembre 2006

George Orwell (Rebelión en la granja - Animal Farm, 1945)




Mestas Ediciones, 2001

Rebelión en la granja plantea los problemas que más preocupaban a Orwell, y que son, en definitiva, algunas de las grandes cuestiones de nuestra civilización: la amenaza del totalitarismo, la supresión de la voluntad individual o la manipulación de la verdad histórica.

Orwell satiriza el régimen comunista soviético representado a través de los animales de la granja. Cronológicamente hablando, Mayor representaría a Lenin por ser el ideólogo de la revolución, pero por el carácter tranquilo y por la idea original que este personaje posee, podría corresponder a Karl Marx. El señor Jones sería Nicolás II de Rusia. Napoleón, con sus medidas para administrar la granja (apropiadas de Snowball) que servirán para llevar a ésta a la prosperidad, aunque ésta sólo mejorará su propia situación y la de los demás cerdos; y su política de restricción de libertades, representa a Stalin. Snowball sería Trotsky, líder militar que posteriormente huye de la granja. Una vez establecido el poder de Napoleón, todo animal que se considerara peligroso sería ejecutado bajo la acusación de ser seguidor de Snowball. Boxer, el caballo, siempre convencido de trabajar más y traicionado a pesar de ello, representaría al proletariado. Las ovejas, analfabetas y acríticas con el régimen, personifican al campesinado. El cuervo Moses representa a la Iglesia Ortodoxa, habla del cielo de los animales y recibe trato de favor de los humanos ya que cumple una labor de aborregamiento. El burro Benjamin representa a la clase intelectual, quienes son conscientes de las manipulaciones pero no toman cartas en el asunto, limitándose a observar sin intervenir. Los perros representan la policía y su brutalidad policial (Wikipedia).

Más info www.angelfire.com/nt/vinformemex/rebelion_granja.html

"Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír" (La libertad de prensa, Prólogo).

"Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros".

Stephen King (La zona muerta, 1979)



Ediciones Emecé

Dos veces es suerte, una es sólo casualidad.

¿Qué les pasa a estos chicos, al fin y al cabo?
Bueno, han comido una salchicha en mal estado que se llama Vietnam y les produjo botulismo. Se las vendió un fulano que se llamaba Lyndon Johnson. Entonces recurrieron a este otro tipo, sabe, y le dijeron: “Jesus, señor, estoy muy enfermo.” Y este otro tipo, que se llamaba Nixon, les contestó: “yo sé cómo se cura eso. Coman unas cuantas salchichas más”. Y esto es lo que le sucede a la juventud norteamericana.

Sarah asimilaba vagamente todos estos hechos, como si se tratara de voces que procedían de otra habitación, donde se desarrollaba incesantemente una fiesta incomprensible. Escudriñándolo como cuervos posados en un hilo telefónico.

Como dice Bob Dylan: ¿cariño, acaso hace falta que me lo preguntes?